Nosotros los humanos no podemos señalar al viento por no cumplir nuestros caprichos, ni a las calles ni a cielos…Nuestros sueños spicodelicos son escondidos en el fondo de los corazones, es entonces la hora de hacerlos revolotear…De saltarlos a un mundo carente y hacerlos volar, soñar, danzar y saltar…hacerlos vivos, volverlos fuerza, cambiarlos a posibles.
Locura de ideales… visiones de lo “mejor”, mundos felices; con bombas de papel y sonrisas de caramelo con hombres de cristal y mujeres hechas de palabras, Un par de alambres dulces que ya hemos destruido.
El mundo decadente mira a un lado y quiere acabar con el soñador humano, el mundo tragón y regordete alimentados de los espíritus mas fuertes; jugueteando con los muñecos más blandos y vacios, matando al vivo, y dejando al mundo encerrado en su propio corral, maniquíes revueltos entre las piaras. las cuerdas del arte ya no se alegran pues al guetto lo han infiltrado en un sistema petulante y voraz.
-¿Quien salva al mundo y a los sueños?
-un super héroe…¡ojala!
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