lunes, 22 de octubre de 2012

Inconclusa,



Domingo 1,
Una paloma negra y otra blanca controlan el mundo desde mi tejado.



 Lunes 2, 
-Viajo contigo, Luna.
voy por los nodos de mi mente hasta los recodos de mi consciencia; eres el compilación de todos los juegos con que me divierto.


 Cuando veo el arco iris que te rodea, recuerdo el variopinto universo;
¿Serias tan polifacética, instintiva, razonable; como para engañarme?
-Parece que te han nublado el alma, luna.


Luna, 
No te enojes conmigo, me atemorizo desde el tejado;
tengo miedo de caer, el palomo negro empieza a molestarme.


 Martes 3, 
La poesía ondulante ha adquirido la facilidad de deslizarse por mis extremidades, su paso por mi garganta me ha dejado la feroz sensación de la transparencia.
Me disipo, hoy no tengo huesos que sostengan mis palabras.




 Miércoles 4,
Decidí abandonar el tejado, no quise hablarte de esto; pero no soportaba las apariciones repentinas del palomo, ni tu temperamento inestable, Luna.
Los zapatos de goma proliferan las calles; ni el movimiento de la poesía, ni los sueños de las aceras pierden vigencia.


 Jueves 5,
Día, te habla el ser humano.
Estoy realmente agradecido con el sol creador.
Reconozco sus instantes, que colman de satisfacción; las sonrisas que me regalas y los amigos cósmicos son cosas que no cualquiera identifica.
La comunidad está a tu disposición, puedes llenarla de luz. -sal a jugar con nosotros-



Viernes 8,
Recorrimos la ciudad y sus surcos: 
transitamos por las arrugas de los ancianos, por las esperanzas de los jóvenes y las calles saturadas de una miscelánea de rostros apáticos a la alegría.
Pero no reñimos más con la indolencia, la sedujimos hasta que se unió a nuestra danza, hasta que se rindió.
-Te lo cante, 
Luna, no quiero que en días futuros olvides mi entusiasmo.