viernes, 2 de diciembre de 2016

Entrega interior

Expresar los sentimientos a través de los medios que el ser requiera, resolver en el interior los conflictos, enfrentarse a su dualidad para disolver su ilusión. Darse cuenta de los propios condicionamientos para vivir en libertad siendo auténticos en el camino. Seguir al maestro interno y acoger con humildad las enseñanzas de nuestros hermanos, amar, aprender, soñar y crear. Permitirse desatar los nudos del subconsciente y abandonando el dolor; actuar por convicción, no por obligación, entender que la visión es unicidad y que la separación es solo un velo que nos impide ver la realidad; saber que la voluntad divina, la conciencia universal, la ley natural son los fundamentos a en los que se constituye la verdad, aquí y ahora ser conscientes y agradecidos por los regalos y tesoros que nos ofrece la vida.
Soltar los apegos que se encuentran anidados en las entrañas del vientre de la madre, entregar la frustración, el miedo y el sufrimiento y trascender hacia estados profundos donde el ser se auto reconoce como un todo conectado al amor mas puro que esta presente en la hermosa dinámica de todo lo creado.
Hacer un sacro oficio desde la conciencia, ofrendando la vanidad, dejando la lujuria, evitando el egoísmo y el materialismo y resurgiendo en el consejo sabio de la abundancia, el compartir la belleza y la pureza; reconociendo la maestría de la esencia, reconfigurando y reordenando el profundo ser.
Haciendo el confieso del amante de la vida que se encuentra en una encrucijada, decidiendo sobre la realidad, confiando mas allá de sus fuerzas en el poder omnipresente del ser superior que es transversal a su integridad y le lleva a la trascendencia.
ENTREGANDO la pereza, la culpa y la victimización, dejando todo karma que le impida su crecimiento, avanzando en la espiral cuántica del amor divino, donde el todo tiene su potencial, amando y aceptando que su naturaleza humana es un paso que le llevara a sanar, aprendiendo de este proceso con modestia, sintiendo el amanecer en la madrugada y resurgiendo de la noche de la mente...un profundo silencio que se prolonga en las vibrantes resonancias del origen, que se concentran en los ojos de una aprendiz eterna.
No le temo a la oscuridad, pues se que existe para ser iluminada
, solo creo en la verdad de la luz multicolor que da lugar a una vida llena de amor y plenitud.
Existe un misterio que trasciende los fluctuantes estados de animo, es la energía de la vida que da sentido a toda experiencia, desde ella, podemos aprender a elegir con sabiduría, a reconocer con humildad la fuente de todo... Así volvemos a ser parte del tejido universal, amando incondicionalmente nuestra esencia recreadora de realidades, transformadora y sanadora, de modo que los obstáculos que nosotros mismos hemos interpuesto a nuestro paso, sean removidos por el sincrónico resonar de nuestra mente y corazón conectados con la voluntad divina... En nosotros se encuentran las respuestas y las infinitas posibilidades que nos llevan a ser libres..
Lo impronunciable, la bastedad que se encuentra en lo profundo del silencio ....la declaración del amor eterno que ista  a trabajar cada día por la paz.

Despliegue.






El despliegue de las virtudes que se encuentran recorriendo los hilos invisibles del espíritu; nos permiten una vez mas experimentar la unidad, la hermandad, el amor infinito a partir del cual la construcción misma de la vida se dinamiza. Ser parte de la magia, incursionar en el perfecto propósito, latir junto a la energía creadora y expeler  un aliento revitalizante que envuelve nuestras relaciones; aprender a entregarse completamente, hasta volver al principio, al eterno instante de libertad expresada. 
 -Aquella visión se volvía realidad...Estaba viviendo una historia matizada con múltiples colores, texturas, aromas y sensaciones. Extensa y maravillosa era la trama de la vida, tejida de forma inexplicable, hacia que todos los seres perteneciéramos y experimentáramos en  la misma obra creadora.