miércoles, 5 de noviembre de 2014

Re- existiendo



Vida eterna tiene nuestro espíritu, alimentado por una fuente divina llena de amor, armonía y paz. La sanación es un proceso que tenemos que aportar para volver a ser uno, si estamos dispuestos a dejar nuestros caprichosos deseos, podremos transformarnos por una fuerza evolutiva más poderosa que llevara nuestro ser hacia la trascendencia, este proceso solo depende de nuestra liberación, que es en abandono de los límites impuestos por el ego y en consecuencia la apertura de nuestra visión, más allá del miedo que produce la enfermedad. Nos encontramos unidos, cada molécula de nuestro ser es una estructura perfecta, el equilibrio es su naturaleza, la realidad es el aliento de vida presente en el universo consiente, todo aquello que está dentro de la matriz divina, es protegido por principios cósmicos, los mismos que rigen el ordenamiento de las células y los astros, nuestro sostenedor, es un ser todopoderoso, absoluto, infinito, magnánimo, omniprenetrante…lo manifiesto y lo inmanifiesto, la totalidad está gobernada por su infinita sabiduría, vivimos tan solo en el reflejo de esta gloriosa verdad, nuestro cuerpo es tan solo una dimensión de tan bastos multiversos, nuestra percepción una perspectiva…somos una unidad conectada, nuestras energías se complementan y son perfectas, vivamos con esta certeza nuestro camino de aprendizaje, renazcamos las veces que sea necesario para comprender y confiar plenamente en el perfecto plan que nos hace libres.