jueves, 18 de noviembre de 2010

Bajo las lágrimas de nuestra lluvia,



Bajo las lágrimas de nuestra lluvia,

Amasando arcilla del torso sublime de una diosa

Olfateando humo de hojas quemadas y tranquilas

Riendo un poco mientras jugamos a inventar

Con las ropas empapadas que absorben un frio entrometido y gélido

Gritando que me parta un rayo y me rapte una nube

Soñando que me espumo con el ciclo del agua

Me absorbe a mi misma el día en un abraso

Con los ojos enrojecidos y el beso de una madre

Con el calor de cuerpos humanos a mi alrededor

Un sueño placentero y un beso en mi mano

La lengua se traba con vinos traídos por el mismísimo dioniso

Y nos sonríe, ¡que te quedes!¡que te quedes!

La salida no es un sueño

No es un visio

No es la muerte.

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