domingo, 7 de noviembre de 2010

El espíritu de una yegua


Si cada uno decidiera nacer en un animal seguramente usted seria una hermosa Yegua, imagino su mirada más profunda que nunca, sus ojos fijos y hermosos, descubriendo el mundo; imagino también los caminos y prados libres de la pestilencia humana, su alma engrandecida y su noble y gran espíritu en su más alto grado de expresión.
Si usted fuera Yegua ya no pintaría a brochazos, trotaría con huellas imponentes e imborrables; ya nunca más necesitaría soles, dormirá bajo la inspiradora luna; si usted fuera Yegua seria mi animal favorito; tendría un color blanco y puro; viviría a su lado para que me comentase como a una pequeña confidente sus sabios consejos.
Usted no es Yegua pero posee su espíritu, el mas codiciado por los animales de la tierra. La profundidad, sensibilidad y amor están en su honorable alma; no se la deje arrancar mi señora; no permita que los brutos humanos le nieguen sus derechos innatos, nunca manche de negro o rojo su amplia conciencia.
No mi Yegua, No lo permita…Poetice a este mundo con su encanto; piense en la profundidad de su sueño y tiéndale la mano a maltratadoras como yo.
Porque usted mi amiga Yegua guarda en su alma aquello de lo que carece nuestra sucia humanidad.
Con gran estima a mi querida amiga Mari.
Valentina Castaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario