Si cada uno decidiera nacer en un animal seguramente usted seria una hermosa Yegua, imagino su mirada más profunda que nunca, sus ojos fijos y hermosos, descubriendo el mundo; imagino también los caminos y prados libres de la pestilencia humana, su alma engrandecida y su noble y gran espíritu en su más alto grado de expresión.
Si usted fuera Yegua ya no pintaría a brochazos, trotaría con huellas imponentes e imborrables; ya nunca más necesitaría soles, dormirá bajo la inspiradora luna; si usted fuera Yegua seria mi animal favorito; tendría un color blanco y puro; viviría a su lado para que me comentase como a una pequeña confidente sus sabios consejos.
Usted no es Yegua pero posee su espíritu, el mas codiciado por los animales de la tierra. La profundidad, sensibilidad y amor están en su honorable alma; no se la deje arrancar mi señora; no permita que los brutos humanos le nieguen sus derechos innatos, nunca manche de negro o rojo su amplia conciencia.
No mi Yegua, No lo permita…Poetice a este mundo con su encanto; piense en la profundidad de su sueño y tiéndale la mano a maltratadoras como yo.
Porque usted mi amiga Yegua guarda en su alma aquello de lo que carece nuestra sucia humanidad.
Con gran estima a mi querida amiga Mari.
Valentina Castaño.
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