sábado, 29 de octubre de 2011

Encierro.

Las letras se habían extraviado en universos irreversibles, que se dejaban suplantar por palabrerías;
Ya no deberíamos planear ninguna libertad,  porque aquellas prolongaciones en el tiempo nos sorprenderían con impedimentos,
Los pájaros serian abarrotados a través de las expresiones que repercutían en los desarrollos; por los nervios atropellados y las sensaciones merecían ser acalladas las aves afectivas, reemplazarlas por negras, aceptadas con el fin de no ensombrecer aun mas la poesía cuántica.
Las alas grises eran inservibles por su encierro destinado.
pero a los bailarines si se les permitía danzar dentro de los cuerpos doblemente jaulas.


Narciso y su eco

El eco narcisista de una silueta suicida,
se engaña convencido de su compañía
comparable al deliro en un desierto, el oasis del amor se torna convincente;
pero no deja de ser soledad enmascarada, jaula impenetrable.
extrovertidos detalles se arriesgan a dar mas de si que lo que pueden regalar; la desproporción de donar cuerpos es inaceptable, ya que el vacío resuena por infinitos enemigos que amamos.
nos retroalimenta el eco con insultos, pues los reflejos sonoros cobran venganza por evadir la vehemencia del enamoramiento y su amoratamiento sigiloso.
masoquista el cantante nocturno, imposibilitado para recuperar circunstancias y oportunidades; vanagloriado por las vocecitas propias que para no dañarlo mas, aspiran ilusionarlo de nuevo.
El tributo es interminable y siempre dilatado.






No es de confiar el humo que reincide sobre el rostro,
trae a la memoria la melancolía y al mirón subrepticio
determinado por el proceso de sus pulmones y las aventuras,
cada sujeto, amor, extraño, golpeaba sin permiso los recuerdos
a bocanadas de aire extinto redibujaba  aficciones
 humenates compañeros  cargaban con sigo el vaho
que luego   sabría amargo en la boca y los pasados,
con el mismo efecto de un tango apasionado
tienen el prodigio de contagiar mas allá que cenizas degradadas
inocentes secretos urgidos de cariño.

Oxido predestinado


Provengo de una manzana partida en trozos injustos, el arma que me atravesó el alma ignoro a la búsqueda interminable a la que me condenaba; al contrario de las naranjas, tengo dilemas magnéticos, insatisfacciones oxidadas, y marchitas esperanzas. cuando era un fruto sano he ignoraba mi multitudinario pesar, procure que una única  porción encajara en mi corazón. hoy se que el cianuro es desechado por quienes muerden las manzanas, las murallas ya advierten que no se debe comer desesperanza y las porciones prefieren no circular por aquello que desconocen.

El gato amante

El gato negro de Poe, es impredecible. lo conocí en una noche rotundamente profunda, de soledad insondable;
extinguido su maullido nocturno; me pregunte si lo había asesinado la tortura de no poseer ningún amo; rechazado por los frenéticos pasos de los fantasmas, se resguardo entre mis piernas hoy vulnerables.
Me pregunto si  expuesta a sus bigotes y escrutinios no se habrá ido algo mio con sigo, su cuerpo agil se ha empecinado en alejarse, recordando quisa que a los humanos les esta prohibido el amor felino.
prepotente inspirador de mi tristeza, como pudiste a su tiempo encubrirla; y ahora sin explicación alguna me la lanzas como algo que te estorba. no me engañes, que la soledad persiste con las visitas fugaces que tu espíritu le da a la luna, entonces se que puedo yo mirarla, mientras tu te dirijes directamente a mi. pero no mientas, el vació de las suposiciones domina los corazones agitados por el miedo; nunca conversare con  la pureza que a ti las cloacas te dan. no regreses, para que si el amor de los mortales no se compara con el que te puede brindar la noche y su violenta pasión.   

lunes, 24 de octubre de 2011

Nunca noche.

La mujer inasequible tiene una cicatriz en la mano en forma de corazón;
baila tangos y seduce a la noche impenetrable; su sudor tiende a caer en los techos de las casas abandonadas; gotas que luego los noctámbulos recojeran en silencio y con cuidado en sus libres expresiones.
la pretenciosa mujer que mucho encubre, guarda sus mejores ideas para quien las desee con desdén en la hora desesperada de las transformaciones.
 Le rinden cabezas para recibir inspiración, que luego pagaran  desgarrandose las articulaciones.
Entre el obstinado desenfreno de los días, ignoran a Luna, mujer temida.
Hasta que llega ella a abarcar todos los sueños; es hay la reina expectante,quien forma los deseos de los ilusos, he ilumina los pasos irreales de los perturbados.
Repetidos sobresaltos de un ciclo del que todos son esclavos y ella la dueña; pocos son los valientes que la perciben porque saben que el miedo al desamor los destruirá antes de que ella sea suya. La Luna, Mujer codiciosa.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Sensatez

Cuando las expresiones rectifican mi locura, me pienso mas sensata. Puesto que soy razonable desde el delirio mismo, no temo al prejuicio sellado en el código de barras de mi espalda. ya no causa ardor alguno la marca designada desde la edad ontogenica en la que no había sido engendrada; toda  molestia, tarde o temprano,se hace llevadera.
No tenemos derecho a culpar nuestra existencia maniaica, pero si a disfrutarla con distorsiones de comportamientos; muecas cotidianas que se despojan de las mascaras de la doble moral para sentirse fuera de la rutina de las rocas y los autómatas. si el llanto es el privilegio de los sensibles, mi facultad radica en moldear mi rostro al parecer de la ocasión, incluso de disponerlo para el festín de tristeza inexplicable, formar medios entre la pugna del sentir; de esos alter-egos combatiendo por ser protagonistas.

viernes, 7 de octubre de 2011

infinitos simultaneos


la luna acuosa y entusiasta me sonríe; dice, que es fabuloso lograr desenvolver la locura sin temor a un rechazo; que es bueno ser feliz enrollándose en el impulso infantil.
insiste en no temer, pues dejando fluir sus residuos de luz en nuestros fragmentos de cosmos, abarcaríamos mas allá que la materia.
dotando al mundo de nuestro ser, lograríamos transmitir percepciones, desestabilizar indolencias.
formando parte activa del despresjuiciado y descarado capricho, tendríamos a la mano las fragancias extensas de los antílopes incomprensivos de  el terrible desparpajo.
la alegría que emanabamos seriara suficiente para presentar un regalo devuelto por fallas de fabrica:
"el ser nosotros"
temiamos dar rienda suelta a esa manía acumulada en 50kilos de risa y satisfacciones.
que los cambios repentinos de caracteres bipolares afectaran nuestro animico y mutable instinto violado
era la finalidad máxima de la perturbación,
un desenmarañable pero interesantisimo mundo enriquecido por seculares ires
predicciones y fantoches acusaciones a esos dementes obstaculizados por visiones truculentas;
humor negro invasor de cabezas que debían ser correctas, ahora vanas y tiernisimas
acceden a pasar desapersividos disfrazandose con vestidos extramvoticos
las multitudes de ideas generaban imposibles de realidades alternas
desididas a continuar una historia y mil generaciones espontaneas
Sienta que eso es mas básico que entender, pero mucho mas complejo
palpe los infinitos simultáneos que reproducen aceleradamente
entre las venas de sangre azul y fantasía;
exedase al carcajear, para que ningún represor pueda asechar todo el desperdicio
de su sarcasmo imperativo, dominador de lo sobrepuesto en un suceso de opciones inagotables.


miércoles, 5 de octubre de 2011

El sonido de los violines araña los oídos del dibujate, el cual, acompañado de un lápiz rojo y un grafito, va delineando seres míticos sobre una pared grisácea de una calle oscura.
El sonido del viento entre las cuerdas  adquiere volumen, es mas acelerado; el ser desdeñoso, forza unos elementos con los que traza amorfas figuras en la pared grisácea de una calle oscura.

Los dibujos, profetas de irrealidad retornan a la vida.
Las demencias surgen de el deteriorio entre la pintura.

El primer valiente en salir, es el capullo de una flor; desde los pétalos que se distinguen se abre paso Pulgarcita que sale saltando y cantando caballitos de dos en dos, por las peligrosas avenidas de la calle sexta.

La imagen de un rió rojo es el que le sigue, de la pared, fluyen glóbulos color sangre, que la zambullen, la alcanzan, luego la ahogan.

 La alucinación es fuerte, he insoportable; el artista con sus dedos manchados y un cuerpecto agitándose encima, calienta una cuchara, al tiempo que inyecta un liquido con solución redentora.

la calle esta en silencio; pero los violines, suenan cada vez mas desafinados, con un aire a melancolía y a perdición.

sábado, 1 de octubre de 2011

Un solo ojo

Esta de espaldas, tiene mil ojos distribuidos aleatoriamente en su cuerpo, cada ojo, se mueve desorbitado, así,   adquiere una única perspectiva. El individuo no tiene: boca, nariz o frente; es un ser nacido para ver, pero detesta su facultad; por eso, las pupilas, corneas, nervios ópticos... generan una revuelta, jalonan de tal manera que el dolor que causan es insoportable. Un ojo determina el punto de partida;  logra emanciparse de su cuenca, va saltado tarareando una cumbia, se introduce en  en un cuarto oscuro: en la independencia y el desangre de si mismo. El segundo ojo tiene mas suerte, pero también muere sin remedio, en los orbita del insensato.Los mil ojos se van agotando, ya que han renunciado a su dueño destrozado por el anti valor del egoísmo. El ultimo ojo, por compasivo elige quedarse, prospera en el cuerpo del desgraciado;esto, porque  se adueña de  un ala; allí empieza a inventar, a volar y recrear las imágenes  de los novecientosnoventainueve ojos extraviados.

El péndulo del mago



Exactamente  a la media noche,  la mujer del mago se levanta a sostener el péndulo de su amado; cuando aquella mano insegura sostiene esa cadena de metal,  la mente  se dispone a encontrar en el objeto fluctuante la verdad. preguntas dicotómicas invaden la habitación, los miedos, el deseo, la dependencia, la vitalidad, las pasiones, las dudas… cada uno de los sentimientos contenidos en el amor fluyen por el palacio de voluptuosa silueta; cuando la pequeña vocecita de la consciencia toma el dominio, el  movimiento lento pero certero del péndulo, responde. 

Ella, tiene la piel blanquísima, que en esta noche se ve iluminada por la luz cálida de una lámpara; todos los acontecimientos ocurren dentro de sí; aquellas cosas que están fuera de la sábana y el péndulo que ella retiene, no existen. En esta ocasión prefiere cerrar los ojos, de esta forma, la reacción producida por las respuestas, será más llevadera. Lo primero que se distingue es un sombrero de copa, bajo esté, unas cuantas cartas extendidas en una franela roja, el color pasión penetrante, dos cejas marcadas, la voz; es su mago.  A diferencia de la limitada cuestión que ella se ha planteado, el péndulo la transporta a una inagotable fuente de alternativas que empiezan a surgir desde el objeto ahora inquieto.

La vemos asombrada y nerviosa, trata de explicar el truco, permanece con la mirada atenta, con sus ojos sin parpadear; pero su mago es tan ágil, que ni por un segundo deja escapar de sus dedos el misterio. Las cuatro ases de la baraja salen sin problema, espontáneamente.
  -Imposible, se dice.
- ¡ya lo descubriré!.

El péndulo sigue oscilando, esta vez, un cuerpo se balancea al compás de un abracadabra, la magia se desenvuelve en forma de caricia, es el éxtasis: Roce entre labios, yemas sobre los ojos, sobre la piel que se impregna de secretos.
¿Querías descubrir mis trucos pequeña hada? Ahora están en tu piel, basta con que los espolvorees con tu magia para que poseas todas mis verdades.

El péndulo se detiene, un recuerdo fatal le agobia, la memoria de las sensaciones. Ella empieza a llorar desconsoladamente, la culpa se vuelve insoportable, se desplaza por sus alas, sabe que fue un error sacudirlas por el mundo, que en cada vuelo, un aterrizaje forzoso se presiente. El deterioro de los tesoros de su mago se daba, cada vez que ella con un buen pretexto  lo detestaba; por odioso, por engreído, por petulante, por ingrato…desde el sudor y la tinta de su piel, caía roció acido sobre las flores, simultáneamente moría un trozo extraordinario de mago.
El péndulo se mueve errante, el indómito impulso de la tristeza lo maneja; El cuerpo del mago se pierde levitando, se ve en su rostro decadencia, unas manos deformes se despiden de ella; es una ilusión, un hipnotizado muñeco en dirección a la fantasía.


Es el corazón, el péndulo es su propio corazón; quien la transporta a una nación de delitos inexistentes; en donde  el sentimiento fundamental se parece a la admiración y a la incredibilidad, al odio y a un desproporcionado capricho; sensación i-real  que a través de actos de magia, revive a las almas casi crudas.
Sí, aún te ama. Responde el péndulo de izquierda a derecha; lo hace aunque él ya no exista.