lunes, 30 de diciembre de 2019

En búsqueda de la eternidad


Desde que tengo memoria, recuerdo haber buscado experiencias que me brindaran respuestas existenciales. Cuando niña despertaba con la sensación de que toda mi vida era un sueño y que la realidad debía encontrarse más allá del drama de la vida; también hacia preguntas como: ¿Dónde se había parado Dios a crear al mundo? Investigaba en textos sagrados la respuesta, pues quería conocer la divinidad, entenderla y crear una comunión con ella. Por eso recuerdo con alegría la comprensión a la que un día estando dentro de un rio pude llegar…
Durante mis días de voluntariado en un templo, leía con vehemencia los textos que allí se encontraban, recuerdo que mi sed por entender a Dios era tanta, que una vez terminaban las clases yo continuaba varias horas inmiscuyéndome en los vedas y después cuando debía retirarme del salón, seguía leyendo en las piedras, en los caminos, en la habitación. Un día, me encontré con un pasaje que parafraseado, decía que la ilusión era tan solo el reflejo de la realidad, la cual es inconmesurable, se encuentra más allá de lo visible y lo invisible, lo manifiesto como lo inmanifiesto, es el todo. Ese día comprendí que este mundo maravilloso que habitaba, era solo el reflejo de una realidad más potente, la forma universal de Dios. 
Esta experiencia que cuento tuvo lugar en el 2012, un año que significo muchos cambios y respuestas para mi vida. Al día de hoy, puedo decir que mi concepto sobre la ilusión no ha cambiado, pues pese a que en muchas y diversas formas he podido disfrutar de esta dimensión; sé que la realidad supera la imaginación más creativa, pues a ella no se logra acceder con la mente únicamente, sino con todo el ser rendido a la verdad que sobrepasa cualquier explicación. Es una vivencia que se alcanza en los estados trascendentales de la conciencia.
Sé que muchos seres humanos hemos propiciado estos estados a través de las plantas maestras, alabanzas y de meditaciones profundas. Por eso hoy quiero elevar mi intención, porque a cada paso pueda encontrar la verdad tras los velos, pueda hallar la plenitud más allá del vaivén de las emociones, pueda ser ecuánime y encontrar mi misión de vida en este plano según el propósito superior.
Pues debo confesar que en ocasiones me pregunto ¿Porque debo continuar en este “juego” si podría morar eternamente realizada?, entonces recuerdo, que debo transitar cada paso plenamente consciente,  superar cada obstáculo, vencer cada apego, subir cada escalón y respirar pausadamente a medida que encuentro en mi interior la fuerza para vencer la ilusión y vivir eternamente en el regazo de Dios universal.  Así mismo, lo deseo para todos los seres.

sábado, 28 de diciembre de 2019

La noche que subsiste



Busco a tientas en medio de la noche la claridad que prolongue el estado de tranquilidad que me brinda la soledad. Y es que en estos tiempos donde el sol se ve eclipsado anularmente por la luna surgen las preguntas irresistibles de los noctámbulos.
 Es un hecho admirable que el sol  de nuestro sistema pueda verse por unos momentos obnubilado por la fuerza de la luna nueva que lo abraza. Esto me evoca las veces en que la fuerza misteriosa de la luna me arrastra hasta la profundidad de la noche donde aún no hay atisbos de sol; pero soy capaz de reconocer mi propia oscuridad, transmutándola de alguna forma en un caudal de energías renovadas que me permiten entender que la inocencia es un estado de conciencia así como la plenitud o la locura. 
¿Pues quién puede estar aislado de su propia naturaleza, sino quien no la ha reconocido en todo lo que es? ¿Quién podría estar en paz consigo mismo si aún no se a reconciliado con su propia oscuridad? ¿Quién podría seguir fantaseando con las formas de luz cuando no ha visto lo que tras el vacío inconmensurable se encuentra? Y ¿Quién podría superar su ilusión si nunca ha renunciado a ella?

Fractal Aro Iris 28/12/2019

domingo, 22 de diciembre de 2019

Solsticio 2019 Templo del Sol

Para muchas culturas milenarias el solsticio representa el comienzo de un nuevo ciclo solar. Es tiempo de propositar y hacer concientes los aprendizajes adquiridos sobre el ciclo anterior. También es momento de renovar energías, hacer ofrendas y limpiarse de disfraces que han caducado, para encontrarse en la esencia de la unidad, hermandad y amor manifiesto en nuestras relaciones.
Un comienzo también implica el cierre de ciclos y para esto también se hace necesario revisar los cabos que aún han quedado sin resolver en nuestro camino, volver la mirada hacia los duelos que tuvimos que atravesar, sobre los acuerdos que establecimos y no cumplimos, sobre las deudas que aún debemos saldar y sobre las ataduras que debemos liberar.
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En lo personal, este ciclo me ha brindado aprendizajes profundos a través de diversos contrastes dónde me reconozco como transeúnte de la vida, en eterno aprendizaje.
Parte de estas experiencias me invitan a soltar las antiguas armaduras, los resentimientos ilógicos y los apegos carentes, para reconocerme en la existencia como una persona bendecida, abundante y sana. Una mujer auténtica que es capaz de escudriñarse y conocerse tanto en su nostálgia como en su éxtasis, tanto en su confianza como en su vulnerabilidad, tanto en su impotencia como en su capacidad. Una mujer que ha tenido que deconstruirse y soltar procesos para sentir que sus pasos van hacia la coherencia tan anelhada. Una mujer que ha tenido que aprender a mirar hacia lo alto para reconocer rostros hermanos, siguiendo los llamados que han sido plantados en su corazón. Transmutando el sentimiento de perdida en plenitud; entendiendo que los maestros provienen de todas las direcciones, reconciliándose así con su naturaleza imperecedera.
De modo que, atravesando por procesos de extravió y encuentro con sigo misma, a podido esbozar el centro que le llevará a su realización. Para comenzar con corazón agradecido y rendido ante la voluntad suprema que recrea su vida.
Ahora, con alas renovadas para emprender viajes hacia la profundidad, que le permitan ver con claridad su misión y así poder superar las ilusiones, extrayendo el nectar sagrado de cada suceso. Ofrendando lo más real en su ser, aquello que le conecta con el resto de la creación, siendo parte del juego sagrado de la vida y tomando el valor para continuar la jornada con su corazón preparado para amar.
Propositanfo así, la sanación interna que se expande hacia sus congéneres. Comprendiendo que los maestros que estan en sus entrañas, como en las alturas, le guiarán con certeza hacia su evolución. De modo que el tejido cada vez más fino de la existencia le muestre la certeza de la libertad y la verdad. De este modo sus genes y antepasados dialogan en su interior, enunciando con paciencia que es tiempo de recojer los pedazos fragmentados de su ser y hacer una obra de arte de los quebrantamientos los cuales por gracia divina compondrán la mucura de su corazón fortalecido y tejeran las chisuas cada vez más ligeras de sus pasos, así pues los laberintos serán superados y podrán integrarse las palabras en las llemas de sus dedos y las pupilas de sus ojos. Sirviendo así como canal donde la energía cósmica se encuentra...
Fractal Aro Iris