martes, 12 de agosto de 2014

Emprendo una búsqueda por los arquetipos sagrados del ser, despertando los poderes internos de las fuerzas naturales que me componen, la naturaleza intrínseca de mi divinidad, los movimientos armónicos de la lo-cura, la relación mística con la sabiduría.
Integro la realidad mágica a mi cotidianeidad ilusoria, creando un solo plano de manifestación eterna de abundante felicidad y lucidez.
La multicolor epifanía de la libertad, es una experiencia que empieza a dominarme, a exigirme un trabajo espiritual real y constante, donde las virtudes universales comiencen a visualizarse en cada segundo de mi existencia.
El natural instinto del juego a través de la palabra y el movimiento me invitan a aprender de forma orgánica, a experimentar la vida desde el asombro y la inquietud.

Todo en mi quiere ser el todo de allí afuera, donde la separación se disipa y resuena la alegría de la expansión infinita del espíritu colectivo.