hace poco todo era un azul indigo, pero los ciclos se ven modificados por las ideas los momentos, si antes fue la expresión quien quería untarse de todo color, hoy es mi cuerpo el que quiere ser libre de todo deseo.
es extraña la idea de poder cambiar en cualquier momento, como si uno pudiera cerrar lo ojos, pensarse y así crearse; sin embargo, así me a ocurrido, fue la rebeldía hace tiempo, fueron las rejas del colegio en otro, y hoy no es mas que el propio limite de la gente; o la demostración que quiero hacer a los demás de mi diferencia, pero mi pensamiento no tiene porque demostrar nada a nadie, el se debería valer por si solo.
y si el se vale solo...entonces me voy a adaptar a ese común que se ve en todas las calles de la ciudad, el segundo paso por tomar, es la careta, pues es peligroso descubrirse todo el tiempo, mas es supremamente agradable hacerlo en un espacio el cual uno se a tomado por indecencia, para quitarse todos los pudores hay que hallar a los que realmente lo valoraran, para el resto solo hay que mostrar superficies de esas polifaceticas franquezas.
el tercer de mis elementos es la masa, aunque esta me resulta imposible de modificar a cabalidad, así que solo cambiare su ancho, me esmerare por reducirlo, no renunciare como siempre lo hago, todo en pro de mi experimento de la búsqueda de esa identidad que esta ligada a la superficie; pero, yo creo estar segura de ser Valentina, disfrazada o no de cualquier manera.
Para aprender a jugar, tendremos que adentramos en nuevos entornos, analizar la reacción de los amigos, de conocidos, de desconocidos que son por los que damos hasta nuestro ultimo centímetro de grasa.
quiero comprobar, la pena del otro, quiero explorar, variar y generar nuevas alternativas que estoy segura de poder llevar.
alguno dirán que ni se lo que quiero, pero lo se.
quiero tener el poder de ser varios personajes a la ves sin dejar de ser yo, ser yo y descubrirme en todas las vidas de las que lo divino me ha dotado.
20 de junio 2011
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