Siempre se me reclama color, mas no se dan cuenta que la escala de grises hace parte de los matices; yo el color lo vivo y no lo escribo, yo lo rió lo siento lo palpo. Mientras que la repulsión y el odio, que son naturales a todo humano, son dilatados en cualquier trazo o tecleo; nunca explore otro camino, para penetrar, tenia que ser tan buena como para haberme aventurado a sufrir un poco con lo que hacia.
Confieso que si esto tuviera otro enfoque, seria pastel, un trazo de mala calidad a razón de poca profundidad; mas son los mas terribles miedos, aquellos que rectifican lo bueno, es la libre expresión, la nausea divina, que nos permite conocernos.
En mi vida soy una optimista, esperanzada en que todo eso que yo ya he dicho con rabia entre los falanges, sea barrido con la misma mano que lo ha escrito; esas manos trabajan por cambiarlo, esa mente negativa, es la sórdida exhibición del placer que me causaba el decirlo, pero no fui tan maligna en realidad,. ante yo misma, me sentía hipocrita en la cotidianeidad , porque a todos les extendí los brazos, como si nunca algún cumulo de ideas macabras hubiera transcurrido. quien me conozca no se atreverá a desmentir tremenda contradicción .
Yo temo las contraindicaciones que el fluir mismo de los papeles pueda causar, pero no me culpo por ese daño, porque al fin y al cabo somos dos cosas diferentes, son mis hijos mounstrosos. No me justifico, solo me quiero entender. entieso lo inexpresable y vivo de ilusiones.
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