El hombre sollado se acerco diciendo que a el le importaban los ciegos, mientras con un poco de babas alrededor de su boca, ojos desorientados y voz pausada; me intentaba persuadir del hecho de que a nadie mas que al el le interesaban.
no se que tan cierta llegue a ser su afirmación; pues supongo que a los padres de los ciegos, a los hijos de los ciegos, a los nietos o a un humano que se apasione por el braile les importan los ciegos...
aunque supongo que así mismo ocurre con los autistas, los sordos y los mudos.
Pero hay algo que no sabemos, y es el punto del limite.
el punto del limite según mi punto de vista, es aquel umbral que se cierra sobre los ojos de los hombres y corta su visión; pero hay locos que nunca trancaron con ninguna estaca su puerta eterna, ahora solo por esa simple razón se han vuelto humanos eternos, ideas perennes.
El punto limite de un loco es infinito, siempre sueña, vive, da la pelea; y es al fin al cabo esa fuerza la que permite su realización; por eso los ciegos son menos ciegos; aparte a mi me importan.
Me tiene sin cuidado cualquier tipo de persuasión, los locos nos volvimos locos, los pobres se conformaron como pobres, y los luchadores cambiaron el trayecto del planeta.
Nos volvimos personas con un punto limite de varios kilometros...
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