A ti poeta muerto, dedico este viaje.
dedico cada gota de sudor de mis muslos
de mis músculos agotados por el trayecto.
a ti poeta muerto dedico esta nueva travesía
sonaran las flautas del amor, pero no atenderé.
te debo mi cariño, sepultura; polvo dentro de polvo
tierra entre las parcelas, mugre de cloaca
a ti te dedico mi polen dispersado.
cuando tus ojos llenos de vitalidad penetraban por mis suburbios
cuando tus labios carnosos se acercaban,
huía porque no estabas muerto,
pero a ti mi caballero extenuado dedico mi fuerza
la soledad misma de mi fuerza,
el tiempo mismo que a ti te sobra por ser eterno.
Ya no abrazare tus libros, ya no contare minutos, ya no te estrechare si quiera.
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