martes, 4 de enero de 2011

Encuentro con los placeres


Se aproximo un hombre con sus labios entreabiertos al regordete cerdo, una gota de saliva recorrió la rosada piel mientras el beso más natural y asqueroso se llevaba a cabo...

Recorrieron sus trompas y fueron uno, un cerdo y un hombre.

La mujer con piernas abiertas miro fijamente a la rata que entraba y se revolcaba entre sus muslos; fueron uno bajo la penetración terrible de dos labios y una cola larga y fuerte...

Fueron las ratas y los Cerdos, Las mujeres y los Hombres; se miraban admirados en el acto cochino de su propio placer.

-Siento mis labios comulgando con el mar.

-Siento mis piernas en todas las charcas y túneles del mundo.

Siento lo infinitamente asqueroso, placentero; siento como con cada desparpajo llego al verdadero deseo.

Era el demonio, y ella una sana muchacha...El mundo advirtió mil veces a la mujer lo terrorífico del encuentro con Satanás; No prestarle atención, esa es la única manera de evadirle, de guardar su alma.

el encuentro fue espelúznate y precioso, el amor fue confundido con el deseo y la lujuria...

Dos palmaditas en los glúteos le hicieron percatarse de un hombre con el cabello hasta los hombros recogidos con una cabuya, con ojos negros, algo cejón y con un rostro casi perfecto; pero era el horripilante y tentador diablo...

La mirada duro casi eternamente, penetrantemente se apodero la lascivia y con un beso apasionado termino el profundo encuentro.

Ahora después de la gran tentación y del pecado no queda mayor escapatoria que huir, huir a lo cautivador y placentero, a la satisfacción y al deseo, al a perfección física; huir salir lejos del demonio, del terrorífico y astuto ser que no resultaba fácil de engañar.

escabullirse...no caer en las garras del mal con el sentimiento que se ha realizado lo mas apropiado.

Así escribe una asquerosa y repugnante humana, asi narra algún sueño escondido de la verdadera naturaleza de todo demonio; asi asquerosamente, con frases escrutables y con inconsciencias de placeres que algunos humanos prefieren mantener en sus sueños, en sus noches o en las sedas de moteles.

Yo hablo desde la Virginidad de mi cuerpo y en la impureza de mi mente.

5/07/2010

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