Me llevaba una terrible decepcion ver que los poetas nunca eran como sus papeles; Eran perniciosos y embusteros; pero sus escritos eran perfectos elementos de belleza.
entonces no juzgue a los seres literarios pero no literales y me dedique a desarrollar mi arte preciada y a amansar a mi carácter pernicioso, embustero, contradictorio, humano y errante.
Me costaba creer que las obras de arte no eran sus dueños y que por ende desilusión iba en compañía de sus cabellos y presencias malignas que contradiccian a sus supuestas proyecciones con varios puñales acomodados en una caja de dientes mordisqueadora.
Pretendía ser alguien especial y única, y cuando lo intentaba no hacia mas que engañarme con mi supuesta inautenticidad producto de las copias que se cruzaban por mi camino.
descepcion se llevarian los otros, al conocer que no era mas que una mentira inventada por ella misma; una mitomania andante.que sonreía con dientes de arte, manos talentosas, mente macabra.
sorpresas se llevarían, si entraran en el cuarto de mi pensamiento hipócrita, y poco servicial; que proclamaba a gritos tolerancia, servicio, colaboración, inteligencia.
repetirían esta historia, porque los artistas a diferencia de los justos, no se ven obligados a ser mas buenos que sus proyecciones, por ende su inmoralidad no es mas que la prohibición dictada por su alma imperfecta.
Emocionalmente caótica he idiota; cuando se habla un sin fin de porquerías, y se actúa otro sin fin de imbecilidades dañinas; tenemos la poderosa facultad de inestabilidad, a lo cual la acción destruye cualquier intento del pensamiento por hacer las cosas bien. la fortaleza se presenta digna y termina de patear el sufrimiento que se alimenta colectivamente.
cuando se pierde la noción del juego y la avaricia va tomando el lugar principal en nuestra baraja de estrategias...la trampa sale con astucia, picas, espadas y palos para macerar en el amor; pensar no basta cuando es la ineptitud del corazón quien rueda por el piso.
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