domingo, 15 de septiembre de 2019

INTROSPECCIÓN


Sin buscar ser otra más que la que soy, desentraño en lo profundo las voces que el tiempo acallo, las palabras que preferí atesorar sin más propósito que verlas transformadas por los años. Y estoy aquí, expuesta, vulnerable, meditabunda, algo nostálgica y sencilla. Sin más pretensión que hallarme una vez más entre los espacios de las palabras.
Igual de reflexiva que antaño, reescribo mi historia, pues perecer no es una opción cuando apenas estoy despegando; y aunque muchas puertas aparenten cerrarse ante mis ojos, sé que un universo inmenso se extiende, que puedo descubrirlo cotidianamente, sin pretender estar en otro lugar distinto al presente.
Algunas veces pretendí evadirme, enmascararme y hasta traicionar mis principios siguiendo razones que no me representaban totalmente. Pero hoy me pregunto ¿Qué sentido tiene mantener una ilusión después de que está a sido revelada? ¿Qué función tiene el miedo cuando solo puedes encontrar el amor como verdad?
Por supuesto, este primer paso supone mucha fortaleza, pues la vida deja de ser lo que era cuando ha visto a la muerte caminar a su lado, porque la vida cobra mayor sentido cuando debe ser fiel a sí misma, porque la vida supone muchos más retos cuando no hay fronteras que la contengan. Entonces la realidad resuena dentro y alrededor; se pregona por doquier y entonces exige igualmente coherencia, persistencia, lealtad, transparencia, sabiduría, compasión hacia sí misma, sinceridad, autoconocimiento, claridad, actitudes pacificadoras, entendimiento y muchas virtudes que parten del valor propio, pues sin este no es posible proyectar amor autentico hacia otros.
Confieso que me he cansado de los juegos de control, poder, fanatismo y creencias cuadriculadas que pretenden encasillar el sentipensar genuino; ya no quiero ser partícipe de las parafernalias donde la forma es más importante que el contenido. Para mi estos senderos ya no tienen sentido. Sé que soy muy crítica, que esto puede llegar a incomodar hasta el punto de ponerme al margen de muchos escenarios; sin embargo, siento que si estas puertas transitadas ya no resuenan conmigo, si los lazos establecidos anteriormente ya no se mantienen; es porque tengo el derecho de elegir la vida que quiero edificar sobre sólidos cimientos de roca firme; mas no sobre movedizas arenas donde se desarrollaban fiestas de disfraces.
Porque nuestra coherencia no debe partir de cuanto demostramos a los demás lo que valemos, sino de ser realmente conscientes de que nuestra valía es la esencia misma del universo, que no es canjeable, que no depende de la aprobación externa; sino del reconocimiento de quien somos, de nuestro abrazo en la unidad, donde vemos la luz y la sombra con igual parsimonia; donde somos capaces de abrazarnos en medio de valles nublados donde aparecen nuestros fantasmas y donde podemos emerger de circunstancias caóticas a través de un llamado que nos trasciende.
Trato de seguir este llamado, de escuchar la voz interior, el propósito superior y la conciencia universal que habita en el todo. Que poco a poco, va mostrando el proceso preciso para ser desde mi verdadera esencia. A veces pienso en el camino que deje atrás, veo los pasos que he recorrido, me inquieta el futuro…Pero más allá, confió en que él ahora es el momento perfecto, que cada paso me ha traído hasta aquí, quizá para sumergirme en un existencialismo profundo e indescifrable y emerger lentamente en un reconocimiento de que todo está a mi alcance, pues la trascendencia es mi destino.
Valentina 14/09/2019

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