lunes, 5 de noviembre de 2018

Reincoporándome al viaje introspectivo


Me he incorporado en un viaje a través de la sombra, cada vez que ella aparece más me conozco; ya no la siento ajena, ya no pretendo negarla, ocultarla o silenciarla. Porque es en ella que he logrado conocerme mejor, porque es a través de su reflejo puedo ver aquellas fases que quiero perfeccionar, los desafíos cotidianos que se me presentan para sobrellevar la soledad de donde surge mi deseo, el temor en donde yace mi autosaboteo, la pereza y la distracción el la que desperdicio mi tiempo. Creo que este proceso de autoconocimiento me puede llevar a un lugar más equilibrado, ya que la aceptación y la conciencia son grandes aliados para transmutar esta sombra en luz.
Por esto, no todo se puede tratar sobre reproches, pues también debo aprender a valorar cada una de mis virtudes, pues es cuestión de amor propio, de sabiduría y de entendimiento de los procesos que el ser debe llevar a cabo para su crecimiento.
Tampoco es necesario usar disfraces para complacer a los demás, es necesario vociferar nuestras convicciones con amor, comprender las posturas diferentes a la nuestra y estar dispuestos a cambiar en el proceso del dialogo y el compartir.
Tener un poco de tacto al relacionarnos, no llenarnos de expectativas, ser gratos porque la vida es maravillosa tal cual se nos presenta. Agradecer la oportunidad de sembrar nuestras intenciones para generar un entorno donde se manifieste la sanidad y el amor.
Ser libres de ataduras, miedos y represiones. Tener la oportunidad de encontrar y manifestar la esencia de lo que somos y ponerlo al servicio de la voluntad divina y universal.
Caminar por esta tierra dando lo mejor de nosotrxs, con la certeza de la comunión, de la eterna misión de nuestra existencia. Edificar nuestra vida con los mejores materiales y compartir la dicha de ser plenamente con los demás.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario