En cada instante terrenal, se experimenta el mágico milagro de la vida; más en la eternidad espiritual, toda sublime realidad se despliega bajo un principio denominado amor, la energía más poderosa y extática; pretendemos denominar la divinidad con diversos nombres, queremos aproximarnos a ella bajo protocolos, pero, la verdad es esencial, se encuentra en lo profundo de cada ser, presente en el cosmos, en el latir natural, en el funcionamiento perfecto, en el que la manifestación sublime de la vida; se presenta tal cual es, pura, sencilla, penetrante.
Al gran espíritu creador consagro mis pasos, el me guiará con sabiduría, todo don humanamente representado, es tan solo una sutil expresión de su magnánima perfección, nuestro proceso es solo un escalón dentro del trasegar espiritual que nos antecede y nos espera. Nuestro fundamento, sustento, fuerza; se halla oculto en la naturaleza, chispa divina que fluye a través de todo, debido a que es el TODO.-A esa fuente inagotable de conocimiento, amor, bondad, creación- a ese inabarcable principio, rindo mis pasos de principiante, pero también de aprendiz, que anhela desde lo hondo de su ser, cumplir el propósito, trascender lo mundano, realizar cada trabajo conforme a la armonía y voluntad superior, vivir en plenitud continuamente, comprender y aprender lo necesario para retornar al origen que el todo doto con inmanente amor. — me siento bendecida.
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