martes, 30 de agosto de 2011

Propuestas indecentes.

Desde la fragilidad de los estigmas, estrangulamos a los fetichistas, que por cierto son muchos. mis múltiples condiciones, me han hecho ver las pasiones incontrolables de los hombres solubles al semen.
Lo que menos podría esperar, era no sentir asco; Pero la repulsión también deja un atisbo de adrenalina liberada, cierto espíritu burlesco nos carcome los hechos inesperados. desfogar nuestras represiones, ante los descarados que se permitían aferrar a sus venas la droga del placer, y por ende, a los impulsos inaplazables.
y nadie se va a imaginar lo que no he de contar.Todos podrán inventar desde sus yo misteriosos las fantasias expulsadas por la boca de los transeúntes; de desconocido a desconocido, pretenden ser lo suficientemente persuasivos como para apuntar hacia los labios, y en el mejor de los casos, hacia las partes bajas de los primates.
De algo que estoy segura, es que las inquietudes que nos tientan, no son absurdas casualidades, ni inolvidables encuentros; siempre queda la opción, el desengaño, la decadencia, alguna marca en las extremidades actuantes o negadoras.

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