sábado, 5 de marzo de 2011

Siento el frió penetrante de la calle que se filtra por lo sucio de mis plantas.
siento el hueso calcinado por el fuego que se desploma con mi cuerpo hipnotizado.
el humo negro va cubriendo mi ambiente, que se torna negro, retumbante, claro, elocuente y oscuro.
el olor sofocante, docenas de desconocidos.
el asco, la sangre, el amor, el sollado, el tranquilo y un pasillo extenso con personas agolpadas.
sale al encuentro mi personalidad demente, y sola se aturde por dilemas filosóficos que cada día son contradicción.
El destino aparece rozando nuestra inspiración y la vida no muy recta se halla en un laberinto de minotauro; superada a si misma, cae decaída por el desgaste.
zumba de persona a persona a través de los rostros inmóviles.
su pesado semblante zumba que hoy le falta,
zumba que no tiene
zumba que el quiere...
la independencia elavora el  mas peligroso de los tratados existentes y reclama libertad y alguna escapatoria.
escabulléndose un pensamiento de tal tragedia se sumerge en los suburbios de la noche.

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