domingo, 27 de marzo de 2011

Describiste tu sensación como  una mezcla agridulce
entonces, las emociones comenzaron a chocar en el centro de tu cuerpo
y no consiguieron fugarse, yo las perseguí hasta volverlas adictas al desason del azúcar y la sal
¿A que sabes? ¿a que se yo?
debemos tener un sabor de limón y néctar, un poco con desconocido y me gustas; y otro tanto a que loca, que loco...
tienes un olor a te miro por siempre y no me canso, a te tengo miedo pero voy tímido, a que extraño, me encantas.
tienes un sabor fuerte, que inmoviliza en el acto, que escucha, tiembla, atiende, tiembla, sonríe, espera.
¿Que hago con tigo caminando de un lado a otro?
hablando de una imagen a una canción, de un me atrapaste, te alcance.
Es el destino amigo, es el destino...
Acaso no te fijaste como las fichas encajaban casi perfectamente; primero nuestro visio sin escrúpulos que     nos obligaba a mirarnos cada detalle en cada descuido...y cuando el descuido se encontraba mirando fijamente, se avergonzaba de el descaro que se agitaba en el estomago, se pintaba un rostro serio inasequible.
Pense nunca hablarte con tosquedad ni cariño, aveces hay que dejar petrificadas a las estatuas para que no se desplomen, pero,pero...es el destino querido.
el ácido nos repele, el dulce nos aproxima, habremos pues que incorporarnos en este juego de misteriosos sabores.

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