Irradiar la luz, sentir con un extraño, besar las partes nobles del cachete de un anciano, ver de nuevo.
renovar cada coraza, cambiar nuestra careta, escuchar historias, y reír, reír, por no llorar.
En la semana distinguió desconocidos, descubrio historias de piratas, vendío mi dignidad, rompío en sollozos, luego ahoguo mi lagrimas.
canto, hablo, burlo, extraño... estuvo absorbida mayormente por su propio ser, se acompaño de su in-coherencia caminante que se teñía de decadencia.
pero hoy que alzo la vista hacia el cielo, y vio que la noche era profunda, y que el mundo era un inmenso hoyo vació; en el cual podría tirarse para ya perderlo todo...
entonces, triste y en picada hacia las nubes... encendio su vuelo de estrella; y sonrio entre la picardía y el abandono.
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