De frio metal, a carne fundiendo;
le temo a cada cuerpo que intenta aproximarse,
de fría carne, que el metal va cubriendo.
me causa terror el roze indiscreto
de un cuerpo forastero
soy dueña de mi terror,
de mi carne huyendo,
de mi placer que espera
de los ojos que fornican con la noche
pero mis manos se esconden, se asustan se elevan...
pero mi cuerpecito tiembla; es infantil pero no juega.
soy un apasionado pero no me lanzo,
no corro siempre hacia el vértigo
entonces el sudor va recorriendo el cuerpo, el escalofrió de miedo
y un único deseo; el amor sublime y sincero, la plenitud duradera.
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