Vacio esta mente consumida por la neutralidad y su rutina, que se abruma entre el repudio de la Abominable podredumbre que es costumbre, de los sentimientos irreales que se expresan en sus cuecas de ojos banales; constantes delirios que me cubren con un manto de tristeza.
reiterativos pensamientos perturbadores que se posan cuando camino en la emboscada mental
que propicie. y camino entre los sesos, y los charcos que sumergen mis
pasos en la mera confusión, contradiciendo a si mismo sus ideas con los venenos líquidos de su empirismo.
Ando pesimista por las calles que caen con fuerza en cada gota de sudor frio y lluvia que madruga a las miedosas pieles gallina que traen con sigo nostalgias; perdidas almas unguladas que se transformaron en aves para servir a sus ansias, impulsos expulsados paulatinamente por lo imprudente de su canto estridente; la frialdad de la mañana hace que ya nada tenga sentido ni siquiera un canto, una lagrima mezclada con gotas de cielo, o un simple ronroneo de lamentaciones.
En soledad se convirtió esta multitud de gentes, en mera compañía superflua de mi sendero, que no se halla a si mismo. sin piedras ni arco-iris, he extraviado mi propósito y mi merito, mis obstáculos y mis derrotas. he perdido a los amantes y también a los idiotas.
mi propio narcisismo no me ama, y sin amarme ya nada valgo, lo especial de mi persona se fragmenta en las manos tristes de la ingratitud de siglos, ermitaña entre la bulla de la masa.
ni un amante se acerco a mi decadencia, y por ello sufrí; por ser mas imbécil que los miserables, y aferrarme a esta vida, a la que luchaba por presentare un color y un futuro, que terminaba por pagarse con pisoteadas.
la felicidad no puede teñirse pensativa ni inconforme, debe ser lo suficientemente enamoradiza como para olvidar con facilidad la realidad y con un crayon irla pintando con exageraciones muy bellas que no fueron ciertas ni perfectas manifestaciones; la vida nos presta tales colores como para imaginar que algún día llegaremos a una utopía que dará la estabilidad y integridad necesaria para seguir sobreviviendo.
no busques de mi alegría
pues en la hipocresía
entre reír y sonreír
ya no se presenta en mi
el sentimiento de la vivir.
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