viernes, 13 de marzo de 2015

Cada emoción es una señal que nos invita a retornar,  cuando reflexionamos sobre la raíz de nuestra alegría o nuestra rabia, encontramos que un patrón está impulsando nuestra reacción; frecuentemente actuamos en modo automático, sin entender  el porqué, el verdadero trasfondo de esto que expresamos. Es importante reconocer los sentimientos que se originan desde el auténtico amor y no confundirlos con las aspiraciones del egoísta apego.
Ahora debo observar todo esto desde el centro de mi ser en otro continente, llevando en mi mochila las experiencias de un territorio con amplia visión, he dejado de creer en las fronteras, en las naciones, religiones, instituciones y todo aquello que nos separa como humanidad; he abandonado la idea de permanencia, entendiendo que aunque siempre estemos conectados, todo en la vida es temporal.
Entonces comprendí algo esencial que espero recordar por el resto de mi existencia: soy un instrumento de la creación, todos desempeñamos una labor dentro de este tejido natural, somos caminantes del mundo, llevamos el territorio con nosotros y aprendemos de cada espacio y lugar lo necesario para seguir distribuyendo una semilla universal; nunca más podremos limitarnos, creyendo que somos indispensables, sino que, nos transformaremos y sanaremos fluyendo con la ley de la  vida.
Pensando sobre esto me sentí realmente agradecida, porque pude aceptar mis condiciones actuales y abrazar mi presente; reconociendo la enriquecedora experiencia que he vivido contando con las enseñanzas de los niños en Polonia, el inmenso amor por la polaridad que experimente a través de mi cuerpo en Alemania, el interesante viaje transpersonal en Italia, la inolvidable experiencia de convivir con seres de todos los territorios  y cada aprendizaje despertado en el invierno; agradezco a las montañas, a los arboles meditabundos, a las vibraciones, a todos los guías, a mis lágrimas, a mi corazón, a mi cuerpo,  a los elementos, al alimento, a los espejos, a la sombra y a la luz por nutrirme en el ahora.

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