sábado, 16 de julio de 2011

Gato-fobia



Siempre me le escabullí a los gatos, pero ellos, siempre decididos me atrapaban con sus maullidos engatusantes; me aruñaban los pantalones, intentaban treparse, se revolcaban en mi, salían de cualquier lugar y se atravesaban para acecharme en el camino. Por lo general me sentí fastidiada y me daban impulsos malévolos de patearlos, de acariciarles la cola presumida que tienen y luego halarsela fuerte hasta desgarrarla.
Una vez un gato empezó a vibrar sobre mi, yo me espante de tal hazaña tan antinatural; otro dia, uno de estos felinos se puso a saborarme la piel; esa lenguecita áspera me aterrorizo, me estaban conquistando y de la forma mas vil, mas variable; menos propicia para una de sus enemigas declaradas.

 Pero ellos terminaron por cazar a su ratón y me colgaron en un péndulo; así podrían rasguñarme,batirme hasta saciarse, jugeterrear y sacar de mi un par de satisfacciones voyeristas.
Les tome algunas fotos a estos astutos mamíferos, para comprobar su amenaza, porque tenían dos enormes ojos nocturnos y expresivos, varios bigotes y unas manchas repulsivas me me incitaban a admirarlos desde lejos, a amenazarlos; se las dan de mucho con su caminado, con las orejas bien paradas, con su misifu conveniente,con el minino atascado en sus siete vidas ... siempre han sido muy cínicos, muy peludos, y muy alargados para mi gusto de rata.

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