he vuelto,
lo se por la sonrisa malevola que se me ha pintado en la cara,
por la dislocación de mis ojos y la secreción de mis dedos traqueteando
quiza no quería regresar;
nunca es bueno reconciliarse con los espectros de las noches y los temores que se atestan en la mente
regreso para acariciar las sombras de esos recuerdos
las presencias que espantan, se me clavan en las pupilas
se me peguan a la los cabellos
me gritan cuando todo esta tranquilo,
en el rugido de ese melodrama
me hurtan la voluntad de batalla.
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