Veo como la nueva humanidad se levanta, enarbolando una multicolor bandera de pluriculturalidad, elevando un rezo universal por la salvación de su tierra, en la cual se disponen a edificar desde el amor y el mas puro llamado de su corazón, allí donde la luz irradia unidad, donde la diversidad crece donde la creación se goza a si misma...
En ese espacio donde la plenitud existe, el amor incondicional renace y la muerte perece al ver la vida triunfar solemne como la única fuerza posible...
Una visión por la cual estamos dispuestos a entregar todos nuestros pasos y a seguir con todo nuestro corazón, transformando poco a poco las estructuras que constriñen nuestra libertad, desatando las cadenas con nuestra astucia; creando un paraíso alrededor de nuestra vida. Recordando a los maestros genuinos que nos hablaron directo al corazón sin caretas o alardes descoloridos, hablando desde el rostro que alberga todos los rostros, desde el ojo que penetra las entrañas y escudriña cada célula, hallando la verdad, la vida, la sabiduría y el amor en lo profundo de nuestro interior; el cual sera manifiesto, resplandeciendo con poder sobre la muchedumbre de engaños, sobresaliendo de la ilusión como un néctar exquisito que solo es digno de tomar por un buscador insaciable. Allí donde se desatara la mentira, resurgirá la verdad, en el lugar donde la muerte se extinga, se inmortalizara la vida, en ese momento el eterno propósito tendrá sentido y nunca llegara su fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario