Obsidianizada en lunática II

En el cíclico vibrar de los viscerales ovarios, donde yace la fuerza de la luna llena de ternura, anelhos y deseos...Se encuentra una mujer, embriagada de si misma por la influencia de la obsidiana, como exploradora de su propio mundo interno aparecen las preguntas que ella mism
a envió a la sombra del inconsciente, pero una y otra vez tiene que volverse a ver: la locura se asoma como incitadora de juegos abismales y el valor aparece con sus hilos de sacerdotisa arco iris, las semillas de sus sueños vuelven a reavivarse y las falanges en sus dedos y los músculos de su cuerpo a activarse , buscando un ritmo que le llame, que le permita SER, que le de la posibilidad de expresar todo el deseo contenido, las carencias encontradas, los anelhos no realizados, las paradojas no resueltas y los ojos infinitos del amante de la luz. 

Esos visos dorados, arco iris y nevados que le llevan por el viaje inconcebible de su autoconocimiento, donde quiere en ocasiones gritar, huir, perecer, quemar, correr, tirar, volar y hasta morir...Pero de escarbar esa profundidad, de ver la pestilencia arrinconada y sacarla a flote y expulsarla en un brutal corte, entonces vuelve a sobrevivir, su amor por la vida renace, crece, se alimenta, se expande...Recuerda quien en realidad es, una potencia hermosa de co-creación una eterna caminante de los planetas, una pequeña aprendiz de los misterios más inmensos, una en un millón, excepcional, amorosa, eterna y virtuosa mujer de mil rostros y mil ojos, sabia niña abuela de los segundos del infinito, perfecta hermana, amiga de si misma, el reflejo de ella en la feminidad, el corazón, el merkaba, la esfera y también el cuchillo de preciso filo que corta los lazos de la esclavitud para emprender vuelo con el amor universal, su fundamento, guía y propósito ultimo para alcanzar su libertad.