Solo por hoy, el tiempo transcurrió sin prisa. La lluvia calló con calma, mientras observaba por la ventana de un tercer piso, anhelando volver a inundarme de la felicidad que conlleva la libertad.
Solo por hoy, la aguja y el hilo hicieron el acuerdo de escuchar con el alma el susurro de un zoom de palabras y el graznido de alguien que vivía en el invierno.Solo por hoy, la soledad iba teniendo el candor de la costumbre. La distancia se hacía familiar y el juego de despertar, el trago cotidiano de la saciedad interior.
Solo por hoy como todos los días, tome esta cuarentena a modo de aventura, pasando de las paredes de mi cuarto, a rozar el lienzo seco, a urdir un pensamiento, a desenredar una planta, a grabar mientras mi hermana moldeaba una cerámica, a escribir algún verso libre, a sentir el agua helada anunciarle a mis extremidades que aún tenía muchos sueños por vivir, muchos propósitos por los cuales levantarse y mucho por ofrecer...
Solo por hoy, dejé de esperar un gesto empático y comencé a brindarlo incondicionalmente, sin esperar una respuesta.
Así, por un momento y solo por hoy, deje de sobrevivir para volver a sentir la vida como el milagroso privilegio que disfrutamos los soñadores irremediables.
Valentina Aro Iris 3/07/2020
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