martes, 20 de agosto de 2019

UN ZIGZAGEO CUALQUIERA

Sumergirse en las imágenes poéticas para distraer a la ausencia de los reflejos corpóreos.

Abstrayéndose de esta manera de la cordura, dándole de este modo un sentido a lo inexplicable.

Vociferando con pinceladas la paradoja de la vida y descifrando en el mito las salidas del laberinto.

Escudriñando en la que fuí, desterrando de mi almohada las memorias del pasado, para vislumbrar un vuelo desde un nido de impotencia....

Refugiandomé en las alas del altísimo para ver si un día, como siempre lo he soñado, puedo enraizar el Edén en medio del caótico desdén del mundo líquido.

Y escribiendo, para desatar el nudo, desenmascarar la vulnerabilidad y rastrear los germenes que una vez mis dedos quisieron silenciar porque no tenían ningún drama que habitar.

Y aunque sea un caprichoso impulso, vació y teñido de delirio, el irrefrenable latir de mi corazón me sigue convocando a vivir plenamente.

Aunque la contradicción latente se esgrima con torpeza, un zigzageo noctámbulo me recuerda mi presencia, que por más que lo intente no podrá retener ninguna otra.

Es en esta existencia donde soy testigo de los juegos de identidades, cuerpos y olvidos.
Y sin embargo, aquí mismo, se conmueve hasta el ultimo hálito de mi alma;
para recordarme que la unidad es la esencia, que la verdad del amor esta en la eternidad de la vida...

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