Idealismo mágico I

Debido a que cada día te pienso con más ferocidad, y penetras mis pensamientos desde lo que más me importa; debido a que te  cargo en mi mochila a diario, y recuerdo constantemente las risas espontaneas, los impulsos mutuos, los pensamientos compartidos; debido a que eres una ruta, una vocesita antes acallada, un humano de carne y hueso caminando por senderos que mi alma quisiera explorar; podría afirmarte que ahora eres mi sueño, mi idilio y mi cielo.
Quiero reprimir este deseo de verte, de hablarte, quererte, reírte, sentirte, besarte, abrazarte, anelharte, contarte, leerte, plasmarte...Pero la ilusión se asienta en mi mente, y la realidad, se recuerda como un sueño pasional, frenético imposible; que tiene los retumbantes sonidos de tu nombre y tu cuerpo; que posee las incondicionales respuestas de tus palabras escritas en las capas de mi piel, que tiene la experiencia, responsabilidad y gallardía que yo no puedo, aunque quisiera tener, debido al tiempo: ese temprano despertar que a mi me asecha pero que a tí te compone.
¿Que son mis letras a tu lado? ¿Quien soy yo abrigada por tu grandeza? Una pequeña con visiones inalcanzables, con razones grandes para seguir viviendo, pero con escasos recursos para experimentar de repente la plenitud. El camino que elegimos nos distanciará, la relación que emprendimos no se puede encasillar, consagrada por los senderos de un templo, pronunciada por los sueños del Yagé, encontrada, por destino en el tiempo del cambio. Amor, amor; el caudal de mis entrañas no deja de extrañarte,  aunque no es justo esperarte; pues  tu libertad de ser viento, y mi facultad independiente, no nos permiten ser atados por ningún humano sentimiento.
Te  bendigo, en cualquier lugar a donde vallas. Yo te admirare, pues ese es el sentimiento mas profundo que tengo hacia tí; la admiración no es empoderarte de un pedestal egocéntrico  es al contrario  reconocerte con humildad las grandiosos dones que en tí encuentro, es dejarte ser libre, hallarte maravilloso, real.