Pienso en tus besos y en el centro de mi estomago se abre una boca retorcida, la inmanejable mente se traslada del blanco a tu sombra y de tu sombra al blanco; la sensación es para el corazón una fuerza repetitiva que le impulsa.
incluso en la realidad tus besos saben a sueño, a estremecimiento ficticio.
besame despacito para saber si este es el mundo,un pellizco seria algo grotesco en comparación a la vergüenza de no poder creerte humano. De tal forma, el escozor ya no sera punzada sino una corriente que transita por todo mi cuerpo.
si me sigues pidiendo permiso, te voy a acabar los labios antes de lo que imaginas.
Muérdale la boca!
ResponderEliminarDespacito se diluye, despacito la saliva se queda en la propia boca, despacito el tiempo es beso, roce y nada más.
Muérdale la boca!
Olvídese, embriáguese y permita que ese escozor exhorte sudores que no había conocido.