miércoles, 20 de octubre de 2010

Niña ingrata y ególatra se aísla a diario en su cueva/cuarto. Le absorbe la soledad y la remplaza por una pantalla de mundos evasores, irreales…

Trae una contradicción o un regaño.

La mujer llega a casa, después de un exhausto trabajo y se enclaustra en su cueva/cuarto, ve uno que otro drama actoral de pacotilla y se duerme desgastada.

Trae un reproche o mucho amor.

El Hombre llega triste, con hambre y frustración…

Trae un grito o una esperanza.

Niña noble y tierna duerme un rato, sube a un altillo de pocos amigos.

Trae un abrazo o aburrimiento.

Esta vivienda guarda soledades o grandes amores.

Personas, indiferentes a la melancolía de esta ingratitud repetitiva y del altruismo jamás pagado.

Necesitados de la compañía cariñosa que se da por cortos ratos.

Carecientes de las largas conversaciones

Conocedores de cada error, y virtud…

Invado, evito, evado.

Clamo perdón.

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Clamo perdón…

A ti madre…

Por Cuanto digo y nada hago.

Por Cuanto escribo y nada cumplo, por cuanto prometo…

El todo se desase en intentos cortos, y fracasos largos y permanentes.

A ti te amo base de mi mundo y el de todos

A ti fuerte agila me aferro, y pido perdón por lo hiriente de mi peso sobre tu pellejo.

No cambio, y es totalmente mi culpa;

La pereza me gana y no paga tu amor,

No cubre tus necesidades,

No te brinda lo que hoy pides.

Tu vida es mi ánimo, fortaleza que me hace permanecer con ideales.

Tu sabiduría es mi admiración, y tu amor un ejemplo imposible de superar,

Te amo, bendigo tus años porque son la mano donde se sostienen los desilusionados humanos

Te amo por tus alas doradas que salpican haciéndolo valer todo.

Tus años , tu vida, tú…valen más que la unión de muchos humanos. Porque tú eres granDiosa madre mía.

Perdóname.

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