sábado, 28 de marzo de 2020

COMPOSICIÖN COLECTIVA


Todos estos años hemos estado preparándonos para el cambio. Nos hemos sentado con las ancianas para recordarnos a nosotras mismas la memoria originaria que habíamos olvidado. Hemos presenciado encuentros donde la hermandad se expresa en diversos rostros, rezos y danzas; para reconocernos y encontrarnos con nosotras mismas a través de los reflejos de los ojos encendidos por la certeza del amanecer.
En estos momentos, desde la cueva que nos ha sido asignada, volvemos sobre esas memorias, inspiradas por el camino de las que nos precedieron y susurraron al oído los tesoros del origen. Retornamos al hogar, para cimentarlo con piedras de saberes perennes.
Cada una, sentado en la banca que le a sido asignada, reflexionando sobre el curso de su existencia y el de todos los seres. Y hoy, más que nunca, las palabras que nos han sido compartidas deben volverse carne en nuestro interior, los rezos que hemos elevado deben manifestarse desde nuestra acción; los cantos que hemos realizado deben recrearse en nuestra realidad.
Aquí y ahora, las voces proféticas de nuestros ancestras nos recuerdan que el tiempo de la transmutación es ahora. La ley de oro, ley de origen, derecho mayor y ley Sé; evidencian que somos parte de una misma madre, la cual debemos proteger del instinto depredador que también habita en nosotras. El sistema construido sobre el paradigma necrocéntrico queda sepultado por el pregón de la era dorada, del retorno del Cóndor y el águila en el territorio Colibrí de nuestro propio “Puyky” nuestro corazón.
La matriz creadora del universo (ThyMinigagua BagÜe) nos reconstituye, se autoreconoce, en cada poro, partícula y espacio. ESE UNO QUE NOS COMPONE EN ESTE SUEÑO COLECTIVO DE AMOR INCONDICIONAL.
Somos la valentía dando un salto cuántico (Él Tina Anugüe). Nuestro símbolo, es la vida que nos penetra, mientras habitamos la plenitud de la tierra prometida en nuestra conciencia.
Ataguaia 28/03/2020

jueves, 26 de marzo de 2020

ES TIEMPO



Es tiempo de volver hacia adentro para reconocer que las divisiones aparentes que maquinamos en nuestra mente nunca existieron. Que la separación que hicimos entre seres humanos y naturaleza se basó en conceptos injustificados.
Es tiempo, sí. De ver que este territorio que habitamos, está compuesto de las mismas partículas que compartimos con el todo. Que somos uno.
Es momento, que empecemos a reconocer nuestra naturaleza coo-creadora, siendo responsables de cada intención y acción que proyectamos.
Ahora, se te presenta una circunstancia a partir de la cual debes evolucionar, siendo siempre consiente de la realidad  universal; donde la vida es eterna y se desenvuelve en un campo inconmensurable de amor infinito.
Sé que tu mente querrá refutar haciendo alusión a las contradicciones “externas” que has identificado hasta el momento.  ¿Cómo podemos ser uno cuando el afán por poseer es más importante que el de ser? ¿Cómo podemos ser uno cuando la vida misma está al borde del abismo?
Y pese a todo ello, no puedes escindirte de tu ser verdadero, de los campos cuánticos que te vinculan a la humanidad entera y al momento que vivimos.
Si el mensaje que la vida quiere darte se te presenta de forma difusa, reconecta con tu ser profundo, es tiempo de volver, de reencontrarte con el origen; con la esencia que habías eludido, por poner como prioridad lo superfluo.
La existencia misma te hace un llamado a reconocerte;  a verte integralmente con todo y tus contradicciones. A encontrarte, en el lugar y las circunstancias que estés con el campo unificado de conciencia; el cual te dice, que sigas caminando coherente a tu esencia, que intenciones en este instante santo, la sanación de todo tu ser, el de la humanidad entera y el del mundo. Para que volviendo a ti, puedas hallarte en todo y de este modo, puedas reencontrarte con la armonía, la paz y la sabiduría inagotable de un espíritu libre de cadenas, miedos y enfermedad. Se libre en tu conciencia y hallaras un universo abierto para ser explorado.

FRACTAL ARO IRIS 26/03/2020

viernes, 20 de marzo de 2020

Tiempo Equinoccial


Tiempo Equinoccial
Día y noche se equilibran para dar rienda a la rueda del tiempo. Cronos se asoma, recordando que el cambio es ahora, que no podemos seguir postergando lo impajaritable... Y voluntaria o involuntariamente, nos vemos sumergidos en una experiencia de cuarentena, de encuevarnos, de volver hacia nosotrxs mismxs, a revisar nuestras prioridades; pues esta vez, el sentido de la vida misma se pone en el renglón principal de nuestra agenda.
¿Podremos seguir trasegando por la vida sin darle el valor que merece?
O, por el contrario, ¿Tenemos el reto inmediato de hacer de nuestra vida el campo de realización, transición y plenitud que hemos soñado?
Si apreciamos la vida que se nos otorga como regalo, podremos en definitiva identificar que nos mueve a sostenerla, que nos inspira a habitarla y cuál es esa razón inmanente por la cual encarnamos en este tiempo de transformación.
Darle un sentido a nuestra propia existencia, nos permite identificar nuestra misión; la cual está más allá de cualquier autolimite al que nos hallamos aferrado...
Apreciar la vida, es entender que somos efímeros; pero que día a día debemos dejar un rastro, una semilla benévola para los que vienen delante nuestro: niños y niñas que habitan la esperanza, que nacen sin condicionamientos, y que gracias a la trocha que hemos abierto, pueden caminar más ligeros por el sendero de la riqueza espiritual.
La naturaleza es altruista y nos demuestra que en diversos planos nos encontramos interconectados; que al vuelo de una mariposa le sigue una onda y que esa onda transmite un mensaje al universo. Por eso, nuestros pensamientos, hábitos y hasta la forma en la que hacemos uso de nuestro tiempo; trazan, no solo el destino de nuestro círculo inmediato, sino el de nuestra tribu.
Nadie dijo que el cambio sería un proceso apacible; la historia, nos ha mostrado que los cambios también conllevan quebrantamientos; que los Titanics de la sociedad moderna se pueden hundir con el iceberg de una epidemia, que el mundo debe parar y aprovechar la cuarentena para respirar concientemente, para reevaluar su rumbo. Si entendemos el mensaje, más allá de nuestros deseos ególatras, podremos avanzar hacia una sociedad menos materialista.
El reto hoy consiste, en despertar a un sentido de colectividad e interdependencia en la matriz de la madre vida; donde el cuidado y la reciprocidad deben ser pilares fundamentales, para garantizar la sostenibilidad de nuestro hogar, la tierra.
El globo mismo está en un estado de restauración, de resignificación y evolución. Cada unx debe reorientar sus pasos, realizar su misión, zafarse de condicionamientos, depurar su mente, cuerpo y espíritu; emprender un viaje interior hacia la profundidad del ser, que le permita reconocer la unidad, y a partir de allí, ofrendar toda su capacidad al servicio de la vida misma. ¡Despertemos del letargo!
Fractal Aro-Iris 20/03/2020