Este fantasma del sufrimiento persigue a este ser humano porque aun en lo profundo de su ser una raíz de infantilismo se asienta, sin embargo, su viejx sabix le exige revisarlo con el microscopio de la veracidad, que le permite entender su fragilidad, con el fin de crecer.
Como humana que soy, la perfección e integridad es una utopía, pero no debo culparme por no alcanzarla, debo dejar el ego que soporta mi sufrimiento a través de la aceptación de mi propia insignificancia...Aunque me duela la palabra de mi sangre que viene a replicar mi incoherencia.
Quisiera ser una niña eternamente, pero eso no implica seguir siendo la misma chiquilla, que se comporta con una pataleta ante las dificultades que le presenta la vida. En ciertos momentos de epifanía siento tranquilidad y olvido que denuevo deberé encontrarme con una realidad salvaje y laberíntica; donde debo enfrentarme a las pruebas que yo misma he interpuesto en el camino.
Me pregunto ¿Porque esta paz insondable no permea cada instante en mi presente? ¿Porque debo regresar a esta materialidad en ocasiones dolorosa? Aunque me siento bendecida, también cuestiono algunas circunstancias alrededor de mi vida que me cuesta comprender, como por ejemplo el servicio con mi familia, todavía me cuesta creer en la verdadera amistad a causa de sentirme "utilizada". Puede que sea un reflejo, un aspecto a trabajar pero ¿Porque siento tanta frustración al no lograr superarme? En ocasiones siento que voy viajando en el samsara interminable de mi testarudez...¿Qué debo hacer? He intentado todos los cultos que ya ninguna creencia puede sostenerme, he probado tantos métodos pero con ninguno he erradicado esta molestia...Ya no me queda nada...
¿Dónde esta el remedio? ¿Porque no puedo tomarlo y sanarme de una vez por todas de todo? ¿Que debo aprender de esta experiencia humana e imperfecta? No lo sé, la inocencia es mi refugio ante estas preguntas irracionales...
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