Aun siendo luz permitiste que tu piel fuera resquebrajada por la desolación; pero tus venas nunca se reventaron, ni tus ideales se apagaron, la llama que en un principio era un sutil vestigio de vigorosidad, se adueño de cada uno de tus muslos y pechos, tu cuerpo entero fue un incendio con autoridad feroz; fuiste capaz de superar el duelo, la autocompasión y la tristeza; no declaraste la guerra a queines amabas , ni perdiste el rumbo cuando tus seres queridos se fueron desquebrajando como tu piel; pudiste regenerar tu pelaje, hallaste una razón para que la sangre fluyera apasionada por las venas de una romántica; para decirle a todos: he aquí una guerrera, que camina impetuosa sobre la falsedad, que ahora no guarda rencor alguno por los sujetos que desearon ver su derrocamiento, se levanta la guerrera que sabe ver mas allá del dolor, de los sentimientos que se aferran, que supera a sus enemigos cuando es bondadosa, es indulgente y su perdón la a salvado.
La misericordia de su creador la bendice porque pese a sus errores, ha aprendido a inclinar su rostro solo ante la magnificencia del universo, ha evadido la nimiedad, la trivialidad no le puede afectar, los pasos de los hombres simples ya no son una motivación, porque cultiva un espíritu mayor a las exigencias mundanas y las aventuras superficiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario