LA CUEVA
Un día una caminante recibió el llamado de ingresar a una cueva, ella camino por un sendero oscuro valiéndose únicamente de la luz que irradiaba desde el centro de su ser.
Entrando en lo más profundo de este lugar, y rendida por la caminata, se acostó en posición fetal, entonces comenzó a tener visiones sobre las historias de todas sus ancestras, después comenzó a ver destellos de luces multicolor que iluminaron sus extremidades y el interior de la cueva.
Al cabo de un tiempo, su cuerpo comenzó a germinar, atravesó la corteza de la cueva y busco la luz de toda la creación mientras se dirigía hacia el cielo, una vez encontró la fuente de energía, comenzó el florecimiento de una hermosa flor exótica la cual dispersaba el polen de la sabiduría y la semilla del amor, para que el la tierra jamás faltará un espacio en el que descansar en si misma.
Valentina Castaño
7 de Octubre 2022