EL ABRAZO DEL ABUELO

Hoy el novilunio c@nceriano genera un movimiento emocional que trae memorias de infancia y desafíos de revisión por ser afrontados:

Una de las heridas más arraigadas que tenemos como hijxs en esta sociedad es la del abandono, la herida del patriarcado, de las laceraciones de la violencia sobre nuestros cuerpos, identidades y psique.

Es la herida del maltrato por omisión, por sumisión o por autoritarismo injustificado. Y esta herida que el masculino ha ejercido sobre el femenino y que el masculino a generado sobre el masculino, nos ha dejado deambulando por un panorama de individualismo y egoísmo supremo. El dolor, difícil de tapar con un dedo ha ido creando las brechas que nos distancian de vivir relaciones desde la confianza y la empatía.

El dolor que ha generado un padre ausente, o un padre violento no es cualquier dolor que se puede resolver con una frase de autosuperación, porque este dolor cala en lo profundo del ser y deja rastros en el autoestima de una persona por el resto de su vida.

Por eso sanar esta antigua herida supone contar con una mirada realista donde podamos revelar la profundidad de dicho dolor y desentrañar sus causas, rebelarlas, abrazarlas y darnos la confianza de estar en casa del abuelo. De ese gran abuelo amoroso y sencillo que es el gran espíritu, de ese gran abuelo que nos abraza con misericordia y comprensión, pese a nuestras falencias, del abuelo que se ríe con nosotros de las travesuras que hacemos y que nos vuelve a abrazar las veces que sea necesario para rescatarnos de nuestro propio olvido de humanidad.

En los brazos de ese abuelo que nos da la fuerza para dejar atrás los ambientes que no nos permiten ser nosotros mismxs o donde nos minimizan así algunas veces este lugar se haya llamado hogar, o comunidad. Lo cierto es que el abuelo nos abraza con ternura, amparándonos de las heridas que el desamor dejo a su paso por medio de exparejas, padres, líderes y las comunidades. El abuelo nos restablece el corazón y con ese abrazo debería ser suficiente para volver a confiar en que el universo siempre prepara caminos más coherentes e íntegros para el futuro.

Texto: Valentina Castaño

25 de junio 2025