Existe una canción que me gusta mucho de la tradición Mexica, donde se habla del Tezkcatlipoca, un personaje que nos invita a revisar nuestra propia oscuridad a través de un espejo de obsidiana. La canción dice: "yo mismo soy mi propio enemigo y me tengo que vencer". Esta frase aunque sencilla, revela un entendimiento muy profundo sobre la forma en la que nos vemos a través de la vida.
Cuando juzgamos las acciones de los demás y no nos revisamos por dentro, cuando nos comportamos de forma inmoral sin prever las consecuencias de nuestros actos y cuando entramos en patrones dañinos estamos enfrentándonos a nuestra oscuridad.
Las cosas en esencia no son "buenas" ni "malas" sino que son lo que hacemos de ellas. Según el budismo, existen riesgos cuando nos apegamos demasiado a algo o cuando alimentamos la aversión. Por eso, una visión ecuánime nos puede ayudar a salir de los enredos mentales, culpas y desprecios que nosotros mismos producimos.
Es muy importante poder mirarnos con compasión, con contención y con amor. Pues las cosas que hacemos, repercusión en la realidad que percibimos, tienen el potencial de transformarnos hacia un estado del ser más liviano, menos enjuiciador y más humano. Y es nuestra elección si vivir dominados por los viejos esquemas de una mente que se auto condena, o si nos permitimos la libertad de caminar cada vez con más conciencia, ejerciendo el deber de no hacer daño. La línea es fina, ya que a lo largo de los años hemos alimentado una visión distorsionada del placer, el disfrute y la felicidad que solo nos deja como resultado un fruto amargo que queda sabiendo amargo durante un tiempo. Pero la solución no está en negar que esa oscuridad está aún con nosotros, si no, en poder verla, integrarla, analizar sus consecuencias, reconciliarse con ella y después de hacer este proceso consiente crear las condiciones para un mejor vivir, soltando lo que sea necesario en el camino, y entregándonos a una misión genuina de amor.
Todos caemos, pero levantarnos es lo que nos queda. Los errores de nuestro pasado no deben determinar nuestro presente. En nuestras manos está la capacidad de poder volver a nuestra verdadera naturaleza, pristina, pura y completa. Tomar cada una de las experiencias que hemos vivido y aprender de ellas para actuar en el mundo con mayor sabiduría es una de las grandes tareas de nuestra existencia.
5 de septiembre 2025
Perú
Fractal aro iris